LAS TABLAS DE LA LEY Y NUESTRO CORAZON

LAS TABLAS DE PIEDRA

En el monte Sinaí, Moisés recibió un regalo trascendental de nuestro Elohe: dos tablas de piedra en las cuales estaban escritas las leyes divinas, grabadas por el dedo mismo de Yahweh. Estas tablas, que contienen los Diez Mandamientos, son consideradas la Palabra de Yahweh en su forma más directa y autoritaria. Su entrega a Moisés y su posterior colocación en el núcleo del Arca del Pacto simbolizan la importancia central de estas leyes en la relación entre lo divino y lo humano.

 

Las Tablas de los Diez Mandamientos, hechas de piedra, representan la firmeza y la inmutabilidad de las leyes divinas. Son un testimonio tangible de la voluntad de Yahweh y su deseo de guiar y dirigir a su pueblo. Al depositarse en el núcleo del Arca, el lugar sagrado de la presencia divina, se enfatiza su carácter sagrado y su conexión directa con la esencia de Yahweh.

CORAZONES DE PIEDRA

Es interesante señalar que estas piedras representaron el «corazón de piedra» del hombre antes de la llegada de Yahshua (Jesús). En la Biblia, se habla del corazón de piedra como un símbolo de la dureza, la rigidez y la falta de receptividad hacia la voluntad divina. Sin embargo, gracias a Yahshua, las leyes de Yahweh ahora pueden ser escritas en los corazones de carne de las personas, es decir, en sus seres internos y su voluntad transformada por el amor y la gracia divina.

RECONCILACION CON YAHWEH

Este proceso de transformación espiritual es posible gracias al sacrificio y la redención de Yahshua, quien cumplió las leyes divinas de una manera perfecta y nos invitó a seguir su ejemplo. A través de su sacrificio en la cruz, se abrió un nuevo camino para la reconciliación con Yahweh y la recepción de su ley en nuestros corazones. Ahora, las leyes divinas no están simplemente grabadas en tablas de piedra, sino que residen en nuestro ser, guiándonos y transformándonos desde adentro hacia fuera.

CORAZONES DE CARNE

En resumen, las Tablas de los Diez Mandamientos representan la ley divina, escrita por el dedo de Yahweh en piedra. Su colocación en el núcleo del Arca del Pacto simboliza su importancia central en la relación entre lo divino y lo humano. Sin embargo, gracias a Yahshua, estas leyes pueden ser internalizadas y vividas en nuestros corazones de carne, permitiéndonos experimentar la gracia y el amor de Yahweh en nuestra vida diaria.