Historias que inspiran

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 historias que cambiaron su vida

Una historia de tu vida que inspira, se refiere a la historia personal de cómo alguien ha sido transformado por la fe en Yahshua (Jesús), según se puede encontrar en la Biblia. En Juan 3:16, se dice: «Porque tanto amó Yahweh al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna». La fe en Yahshua es la clave para tener vida eterna y una relación personal con Yahweh.

DETALLES:

Una historia de vida de un creyente en Yahshua, es una historia que inspira, la cual puede incluir detalles sobre cómo conoció a Yahshua, como se explica en Romanos 10:9: «Si confiesas con tu boca que Yahshua es el Maestro, y crees en tu corazón que Yahweh lo levantó de entre los muertos, serás salvo». Al confesar y creer en Yahshua, una persona puede experimentar la salvación y la vida eterna.

El testimonio también puede incluir historias de cómo la fe en Yahshua ha transformado la vida del creyente, como se dice en 2 Corintios 5:17: «De modo que si alguno está en Yahshua, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas». La fe en Yahshua permite que una persona se convierta en una nueva creación, dejando atrás las cosas viejas y experimentando un cambio positivo en su vida.

Una historia de vida, gracias a Yahshua también puede incluir historias de superación de desafíos o dificultades a través de la ayuda de Yahweh, como se menciona en Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Yahshua que me fortalece». La fe en Yahshua brinda la fortaleza y la capacidad para superar los desafíos de la vida con la ayuda de nuestro padre Yahweh.

Una historia que inspira, también puedes incluir detalles sobre un milagro en sí, cómo afectó tu vida o la vida de otras personas.»Yahshua le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de mi padre?». – Juan 11:40

EN CONCLUSION:

Una historia de tu vida que inspira, es una declaración personal sobre como Yahshua cambio tu vida, por lo que no hay una forma «correcta» o «incorrecta» de escribirlo. Lo más importante es compartir tu experiencia de una manera honesta y auténtica para que otros puedan ser inspirados y edificados por ella. Al compartir un testimonio de vida gracias a Yahshua, es como una invitación a los demás a descubrir la verdad de la fe y experimentar la transformación personal que viene con ella, como se dice en Mateo 28:19-20: «Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en mi nombre, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado».

Desde mi juventud, he sentido la presencia poderosa de Yahweh en mi vida, a pesar de haber llevado un estilo de vida inapropiado, caracterizado por la bebida, el juego y la pornografía. Aunque seguía un camino equivocado, siempre sentí una presencia protectora en mi vida. Pero había un vacío interior que no podía llenar con nada material. No era feliz a pesar de tener todo lo que el dinero podía comprar, incluyendo una casa, una empresa y una pareja. Sin embargo, perdí a todos mis hijos debido a abortos naturales (en dos mujeres diferente), tenia ya 33 años y no tenia nada real, este vacío hizo que mi vida perdiera completamente el sentido. Me dediqué a vivir una vida sin rumbo, llena de fiestas, mujeres, borracheras y juegos de azar. Fue entonces cuando conocí a mi actual esposa, quien también estaba pasando por momentos difíciles (se estaba divorciando y tenia dos hijos), ella tenía una base en la fe cristiana. Nos casamos y juntos perdimos 6 bebes (abortos naturales). Aunque deseábamos conocer a Yahshua, nuestras luchas internas nos impedían acercarnos a Él. Pero, una noche, después de intentar quitarme la vida, me di cuenta de que debía dejar de confiar en los hombres (religión) y que debía buscar a Yahweh. Esa noche, sentí al Ruaj Hakodesh su amor, su presencia, y le dije que no me importaba no tener hijos si lo tenía a Él. Meses después, mi esposa quedó embarazada en total nacieron cuatro milagros, cuatro hijos varones a quienes criamos con temor a Yahweh. Criar a nuestros hijos en el temor de Yahweh ha sido nuestra prioridad, y hemos visto cómo Él guía, protege y bendice sus vidas. Cada día descubrimos más verdades gracias al Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo) y somos cada vez más libres. Como dice Juan 8:32: «Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». Yahweh es nuestro doctor, nuestro proveedor, nuestro Padre, nuestro todo. Hemos visto muchos milagros en nuestras vidas, lo que nos recuerda Efesios 3:20: «Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros». Así, seguimos caminando en nuestra fe, sabiendo que a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentamos, Yahweh siempre está con nosotros. Como dice Isaías 41:10: «No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Elohe. Te fortaleceré, te ayudaré y te sostendré con mi mano derecha victoriosa». Que la bendición de nuestro Padre siga guiando nuestras vidas y que podamos ser testimonio de su amor y poder en este mundo. Que la paz de Yahweh, que sobrepasa todo entendimiento, siga guardando nuestros corazones y nuestras mentes en Yahshua, como dice Filipenses 4:7. Y que podamos seguir compartiendo nuestra historia y testimonio de cómo Yahweh ha trabajado en nuestras vidas, para que otros puedan ver su poder y su amor. Como dice Mateo 5:16: «Así brille también la luz de ustedes delante de los demás, para que vean las buenas obras de ustedes y glorifiquen a su Padre que está en el cielo». Creo firmemente que, como dice Marcos 9:23: «Si puedes creer, al que cree todo le es posible». A lo largo de mi vida he aprendido que, sin importar nuestras circunstancias o pasados, Yahweh siempre está dispuesto a escucharnos y guiarnos. Su amor y poder son infinitos, y si confiamos en Él, podemos superar cualquier obstáculo. Como dice Jeremías 29:11: «Porque yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, para darles un futuro y una esperanza». Mi historia es un testimonio de cómo el poder de Yahweh puede cambiar nuestra vida y llevarnos a lugares inimaginables. Espero que mi testimonio pueda inspirar a otros a buscar a Yahweh y confiar en su amor y poder. Que cada uno de nosotros pueda encontrar en Él la fuerza para superar cualquier obstáculo y vivir una vida llena de propósito y significado. Como dice Salmo 46:1: «Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia». ¡Que Yahweh los bendiga a todos!

G. Galloso
La vida de Juan Carlos cambió por completo luego de aceptar a Yahshua como su Señor y Salvador, como dice en Romanos 10:9: «Que si confiesas con tu boca que Yahshua es el Señor, y crees en tu corazón que Yahweh lo resucitó de entre los muertos, serás salvo». Él se dedicó fielmente a predicar el evangelio y, gracias a su obediencia a Yahweh, pudo ganar a muchos para Yahshua, incluyendo a personas homosexuales. Como dice en Mateo 28:19: «Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre de Yahshua». No fue por casualidad que Juan Carlos llegó a declararse como homosexual a muy corta edad, sino a causa de la ausencia de la figura paterna dentro del hogar, así como el resultado de una violación por parte de un tío a la edad de 4 años. Pero como dice en Jeremías 29:11: «Porque yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, para darles un futuro y una esperanza». El padre de Juan Carlos era un hombre muy abusivo y agredía constantemente a su madre, por tal motivo, llegó a odiar a su padre desde que era un niño. Pero como dice en Efesios 6:4: «Y ustedes, padres, no provoquen a la ira a sus hijos, sino críenlos en disciplina y amonestación de Yahweh». Juan Carlos llegó a transformar por completo su cuerpo; se había sometido a varias intervenciones quirúrgicas para llegar a convertirse en una mujer, pero a pesar de haber logrado su tan anhelado sueño, su vida seguía siendo infeliz. Pero como dice en 2 Corintios 5:17: «De modo que si alguno está en Yahshua, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas». Solo Yahweh pudo transformar su vida, solo en Él halló el verdadero gozo que en el mundo no pudo encontrar. Como dice en Salmo 16:11: «Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre». Ahora Juan está con nuestro Creador, como dice en 2 Corintios 5:8: «Pero estamos confiados y preferimos estar ausentes del cuerpo y estar presentes con el Yahshua. Su testimonio completo lo puedes encontrar en YouTube. Aunque Juan Carlos no conoció el verdadero nombre de nuestro Creador, fue un gran ejemplo de cambio, de arrepentimiento. Su amor y servicio a Yahweh era puro. Por eso comparto su testimonio aquí, porque tuve la bendición de conocerlo. Siempre estará en nuestro corazón. Como dice en Hebreos 12:1-2: «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Yahshua, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Yahweh». Sigamos el ejemplo de Juan Carlos y corramos la carrera de la fe con perseverancia, puestos los ojos en Yahshua. Recordemos que Yahweh es capaz de transformar nuestras vidas y darnos un propósito, como dice en Jeremías 1:5: «Antes de formarte en el vientre te conocí, y antes de que nacieras te santifiqué; te di por profeta a las naciones». Y como dice en Romanos 12:2: «No se conformen a este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la buena voluntad de Yahweh, agradable y perfecta». Así que, si estás atravesando por una situación similar a la de Juan Carlos, no te desanimes, hay esperanza en Yahweh. Él es el único que puede llenar el vacío en nuestros corazones y transformar nuestras vidas. Como dice en Salmo 34:18: «Cerca está Yahweh de los quebrantados de corazón, y salva a los que tienen espíritu abatido». Recordemos siempre que nuestro Yahweh es un Elohe de amor y misericordia, como dice en Juan 3:16: «Porque de tal manera amó Yahweh al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna». Así que, sigamos el ejemplo de Juan Carlos y dejemos que Yahweh transforme nuestras vidas y nos guíe en su camino. Como dice en Proverbios 3:5-6: «Confía en Yahweh de todo corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas».
JUAN CARLOS MIZUARAY
Mi vida no fue simple, a pesar ser cristiana, de conocer el sacrificio de Jesús y a Dios, sentía un vacío dentro de mí que me dejaba inquieta. Había altos y bajos en mi fe, pensaba que Dios (asi lo llamaba en ese tiempo) era como un amigo que toleraba todos mis pecados y que al ser perdonados no tendrían consecuencias, pero me equivocaba. A través de los años, pasé por muchas dificultades y pruebas, incluyendo el divorcio y criar sola a mis dos hijos (de 4 añitos y 8 añitos). Pero en medio de mi dolor y desesperación, me volví a casar y no fue como yo pensé o imaginé. Los problemas con mi nuevo esposo se hicieron cada vez más fuertes, y aunque esta vez no había infidelidad, ambos teníamos temperamentos fuertes que nos llevaban a discusiones frecuentes, dentro de todos los problemas (durante 11 años) finalmente perdí mis hijos mayores (mi hijo ya de 15 años y mi hija de 19años) ambos se fueron a Holanda a vivir con mi ex esposo. A pesar de todo, mi esposo y yo sabíamos que necesitábamos seguir buscando a Yahweh y anhelábamos entender la vida y encontrar paz (por nosotros y por nuestros 4 hijos). Por más que tratamos de buscar ayuda en pastores y hermanos, caíamos cada vez más en la desesperación. En vez de ayudarnos, algunos hermanos, familiares y pastores hacían chismes de nosotros, lo que aumentaba nuestro dolor y sufrimiento. Fue entonces cuando aprendimos a hablar directamente con Yahweh y descubrí que solo necesitaba de su Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo), quien me mostraría el camino y me guiaría en la verdad. Como está escrito en Juan 16:13, «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir». A medida que profundizábamos nuestra relación con Yahweh, mi corazón se llenaba de esperanza y mis miedos desaparecían. Descubrí su nombre Kadosh (santo) y su verdad (su Emet), lo que me llevó a una transformación profunda y duradera. Ahora adoro y sirvo al único Elohe Yahweh y a nuestro único salvador Yahshua, y al Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo) que nos consuela y guía. Como dice Juan 14:26, «Pero el Consolador, el Ruaj Hakodesh, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho». La vida de mi familia ha cambiado radicalmente: después de 12 años de luchas en mi matrimonio, ahora disfruto de un esposo amoroso, comprensivo, y mis hijos están creciendo en el temor y amor de Yahweh. Aunque mis hijos mayores no están conmigo, tengo la certeza de que Yahweh los protege y los guía en su camino. AleluYAH, la paz y el amor de Yahweh ha transformado mi vida y la de mi familia. A través de mi fe en Yahweh, he aprendido que no importa lo que suceda en la vida, Él siempre está conmigo. Como está escrito en Isaías 41:10, «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Elohe que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia».
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M.CUBA